Al fin, este año me he puesto las pilas y hago un intento con el reto #LeoAutorasOct. No se puede decir que me esté dando el tema para mucho: octubre suele ser mes de mucho lío desde tiempos inmemoriales y por tanto de los que menos libros me da tiempo a leer (para mi desesperación casi siempre, porque veo que se me va acabando al año y tengo todos los retos pendiendo de un hilo)
Como tampoco voy a poder fardar de lecturas, he visto este booktag (no me preguntéis cómo ni dónde, pero algún enlace me llevó a esta entrada de Generación Papel) y he decidido que puede ser otro modo de reivindicación. A ver qué sale:
1. Escritora que más te gusta: Mira que hay, pero si vamos a alguien que me ha acompañado toda la vida y que me sigue fascinando, tiene que ser Carmen Martín Gaite. Una de las grandes penas que me llevo es no haber podido conocerla, pero también tengo la alegría de poder haber pasado tantos grandes ratos con su obra. Que nunca deje de recomendarse, por favor.
2. Escritora que no me gusta tanto: (ya empezamos con ambigüedades) Entiendo que se refiere a alguien que no me emociona especialmente pero que tampoco me horroriza, así como un pichí-pichá. Voy a decir (ya anticipo los chillidos) a Emily Brönte. Porque, lo siento, pero de verdad que para mi Cumbres Borrascosas no es para tanto (que empiecen los Juegos del Hambre)
3. Escritora que se adelantó a su tiempo: Emilia Pardo Bazán. Por amor de Dios, pero qué mujer, qué maravilla, y qué poco se la reivindica, para todo lo que se lo merece. No solo su obra es maravillosa (al menos hasta donde he leído), es que fue una mujer impresionante con las ideas clarísimas.
4. Escritora activista feminista: Como lo típico ya os lo sabéis (Beauvoir, Woolf, Friedan, Sexton...) pues me voy a mi ídolo feminista de este siglo, con su estilo sincero y espontáneo y esa energía tan electrizante... Caitlin Moran. Nadie como ella, de verdad, hace que parezca fácil construir una proeza como Cómo ser mujer.
5. Escritora poderosa: Aquí ya más de uno me abandona, pero... Corín Tellado. Que sí, carajo, que sí, ¿O me vais a decir que escribir tanto tantísimo como ha escrito y publicar tanto como ha publicado esta mujer en su vida no es un superpoder? (de calidad ya hablamos otro día).
6. Escritora con una vida trágica: Emily Dickinson. Hay mucha polémica sobre si de verdad sufría tanto, sobre si solo era muy intensa... Ya se sabe cómo suele ser de cruel la historia con las mujeres notables en general. Pero yo opino que sí, su vida se puede considerar trágica, aunque solo sea porque ella a veces decidió verla así.
7. Escritora con la obra más sorprendente: Mónica Ojeda. Mi descubrimiento del año pasado, un soplo absoluto de aire fresco con una maestría brutal (y no, no apta para todos los paladares)
8. Escritora que tuvo que hacerse pasar por hombre: Cecilia Böhl de Faber. No he leído una línea de su obra, pero es el único caso de mujer que tenía que escribir bajo seudónimo de hombre que dimos en clases de literatura en el cole o el insti. Me parece algo notable porque es el primer aviso que te dan cuando aún no tienes ni idea de lo que es el patriarcado. (y anoto esta imperdonable falta para mi pila de libros sin leer)
9. Escritora que tuvo que demostrar ser escritora: Mmmm Todas, ¿no? Es que no acabo de entender para nada este item... Si alguien me ilustra un poco, yo hago un esfuerzo, palabra.
10. Escritora borrada de la historia: Luisa Carnés. Por suerte, están mis superídolos de Hoja de Lata para reivindicar su figura y conseguir que la leamos. Uno de los grandes placeres de los últimos años, pero una sensación dolorosa pensar que me hicieron leer tronchos infumables en el Insti y la mitad de mis profes ni siquiera sabían que existía Tea Rooms.
11. Escritora más traviesa: Anne Rice. Nadie lo diría, lo sé, en aquella época en que le dio por novelar la historia de vida de Jesús, pero... Es que ha creado a Lestat. Lo ha gestado en su mente. Si eso no es una travesura... yo ya no sé.
12. Escritora que lo pusiera todo patas arriba: (¿Quedaba algo de audiencia? Ha sido bonito mientras duró.) Stephanie Meyer. Porque nadie ha dicho que sea para bien. Y es que esta mujer puso patas arriba muchas cosas: perpetuó la idea más ponzoñosa de lo que es el amor romántico con una historia con una trasfondo que da más miedo que los palitos con los que te hacen la PCR. Quizás lo peor es que puso de moda a los vampiros para mal, logrando que se publicaran toda una lista de engendros intragables que empañaron lo suyo el género durante una buena temporadita.
13. Escritora con mala suerte: Shirley Jackson. Lo que le pasó con La Lotería, por ejemplo, es de mala pata. Llevaba mal que su marido fuera joven, hasta incluso mentir en su fecha de nacimiento (que ya es mala pata también que te vaya a encandilar alguien que ha nacido en el año equivocado... Yo lo comprendo perfectamente cada vez que miro a Evan Peters). Tuvo la mala pata de que la genética no le acompañara para ser bella como se espera siempre de una mujer, no dio con médicos que la ayudaran con sus problemas de salud y el ataque al corazón le tuvo que dar mientras dormía, para acabar llevándosela joven... Una lástima al completo.
14. Escritora que le viene de familia: Anne Bronte. La pequeña de las hermanas algo tuvo que verse influenciada por las otras dos. Para mí es muy superior, como poco, a la mediana, pero siempre se le considera menos. Muy injusto, la verdad.
15. Escritora que hace historia: J.K. Rowling. Hoy no toca hablar de polémicas, solo toca decir que ha hecho que toda una generación leyera y ha hecho mella sin duda en el inconsciente colectivo, creando una subcultura brutal. Claro que ha hecho historia, y por suerte, yo he podido vivirla.
16. Maestra de maestras: Jane Austen. La madre de la comedia romántica actual, le pese a quien le pese. Siempre un referente. Jane Forever.
17. Escritora transgresora: Pues varias de la lista también entran aquí. Voy a traer a Ana María Matute porque lo que hizo a los 15 años fue una auténtica proeza. Y porque poco antes de dejar este mundo, se vino a la Semana Negra a trasegar gin-tonics. Y eso siempre es un bonus.
18. Escritora LGTB: Poppy Z Brite. No sé qué le parecería peor si leyera esto, que la consideren con la etiqueta LGTB (odiar las etiquetas es de guapas), o simplemente que la llame escritorA. Pero su obra es un lujo y no puedo hablar de escritoras y dejarla atrás. Una grande.
19. Escritora revolucionaria: O visionaria, según se mire. Margaret Atwood. Porque ya solo por El Cuento de la Criada se lo merece todo (aunque haya mucha tela que cortar con la serie de los...). Siempre queriendo revolver conciencias, saltando de estilo y de historias, de tochacos basados en true crime como Alias Grace a libros de cuentos... Pero siempre con ganas de cambiar el mundo. Y con la facultad de cambiarme a mi cada vez.
20. Escritora olvidada injustamente: ¿Pero no sería lo mismo que borrada de la historia? (Tanto en un caso como el otro, también son ganas de exigirnos conocer el undreground, mireusté). Pues como este año hemos estado en el Retópata con las mujeres del boom latinoamericano y yo no conocía a ninguna, voy a decir a la que he escogido para leer, que es María Luisa Bombal. Porque en su país la conocerán mucho, pero yo si no llega a ser por los compañeros del grupo, es que NPI.
Y aquí está mi visión de las cosas. Me dejo grandes pesos pesados, y algún que otro referente menor, pero hoy ha salido así. El año que viene, quizás hasta repita. Veremos

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