Ir al contenido principal

Laszlo, o la testarudez

Llevo encandilándome con las portadas de los libros toda la vida, y con algunas tengo una relación especial. 

Por ejemplo, cuando iba al colegio, me llamó la atención una, un mediodía. Después de leer la sinopsis me quedé con el título, para algún día volver a por ese libro, porque lo quería leer, lo quería desesperadamente. Aproximadamente 10 años después mi yo universitaria se metía entre pecho y espalda la trilogía de las Brujas de Mayfair al completo (aunque, eso sí, en edición posterior) y chocaba los cinco con aquella niña que había sido. "Lo hemos conseguido, pequeña". A veces la magia de la vida mola. 


Pues lo de Laszlo había sido parecido, dos o tres años después. Creo que ya estaba en el instituto, y vi esa portada tan bonita y me quedé prendada, pero andaba enzotada con las Crónicas Vampíricas, también de Anne Rice, y la cartera no daba para tanto. Y tampoco el mercado debía dar para tanto vampiro en los 90, porque en algún momento dejó de verse por las librerías. No resultó ser un long-seller. Quizás debería haber sido una pista, pero mis sensores arácnidos no detectaron nada.

 Unos años después, apareció en una librería de ocasión. No tengo muy claro el contexto, pero recuerdo que estaba allí con mi padre y él se empeñó en regalarme Demián de Herman Hesse, a pesar de que yo quería a Laszlo. No sé por qué no me lo compré yo o por qué no insistí. Supongo que pensé que volvería a por él en otro momento y luego no lo hice. Lo que sí sé es que de alguna manera me he vengado porque el regalo de mi señor progenitor sigue en mi lista de pendientes, aún sin leer. (Pobre Demián, quizás es un buen chico). 

Lo busqué varias veces en librerías de viejo y fue de lo primero que intenté encontrar en mi primer contacto con Ibelibro (en aquella época curiosamente en que leía a las Brujas de Mayfair), pero nada. Era escurridizo. No aparecía, ni a precio exorbitado ni modesto. No estaba. Lo olvidaba durante meses, pero de vez en cuando volvía a la carga. Hasta que un día, al fin, llegó a mis manos. 

Quizás lo lógico sería haberlo empezado en ese momento, después de una demora de más de quince años, pero lo cierto es que le busqué un hueco en mi estantería de libros de vampiros (sí, es una estantería entera) y lo olvidé otra temporada, quizás la más larga. 

Este año 2020 parecía bastante indicado para hincarle el diente (guiño, guiño). Llevaba unas cuantas lecturas reguleras, estaba en un momento de estrés bastante agudo y pensé que volver a los orígenes sería una buena idea. Así que, al fin, después de tantos años de tenerle ganas, abrí a Laszlo. 

Me gustó como empezaba. La Salpetriere, Charcot... Siglo XIX, un noble transilvano, los encantos de París.... La sangre no aparecía. Un capítulo más. Lo sobrenatural no aparecía. Unas páginas más. Ni un murciélago. Otro poco. Nada. Me iba impacientando. 

Bueno, el autor resultó ser psiquiatra, cosa que podría ser un bonus (¿no es psiquiatra Somoza?). Quizás fuera un vampirismo más psicológico o... Más y más páginas. No. Un salto de muchos años, paja y más paja, relleno y más relleno, subtramas estúpidas y un final esperpéntico. 

Así que, después de un puñetero cuarto de siglo de expectativas, el libro de la preciosa portada resultó ser una mierda como un camión. 

Y ahora tengo que explicarle a la adolescente que fui que ser tenaz a veces tiene premio pero ser cabezota otras veces solo te hace perder tiempo y energías y te puede traer decepciones. Que no siempre merece la pena insistir, que de vez en cuando si la vida te pone tantas resistencias, igual resulta que es por algo. Y no vamos a poder chocar los cinco. Seguramente no me crea, o le suene a chapa. Me va a mirar mal. A veces, la magia de la vida no sale. 

Comentarios

Entradas populares de este blog

20 autoras por octubre 2020

 Al fin, este año me he puesto las pilas y hago un intento con el reto #LeoAutorasOct. No se puede decir que me esté dando el tema para mucho: octubre suele ser mes de mucho lío desde tiempos inmemoriales y por tanto de los que menos libros me da tiempo a leer (para mi desesperación casi siempre, porque veo que se me va acabando al año y tengo todos los retos pendiendo de un hilo)  Como tampoco voy a poder fardar de lecturas, he visto este booktag ( no me preguntéis cómo ni dónde, pero algún enlace me llevó a esta entrada de Generación Papel ) y he decidido que puede ser otro modo de reivindicación. A ver qué sale:  1. Escritora que más te gusta : Mira que hay, pero si vamos a alguien que me ha acompañado toda la vida y que me sigue fascinando, tiene que ser Carmen Martín Gaite . Una de las grandes penas que me llevo es no haber podido conocerla, pero también tengo la alegría de poder haber pasado tantos grandes ratos con su obra. Que nunca deje de recomendarse, por fav...

Agradecida... emocionada...

 ...Solamente puedo decir... una Bocachancla hay aquí. A ver... esto del blogging no es desconocido para mí. Llevo queriendo gritar en voz alta lo que pienso desde, diría yo, el parvulario; y publicándolo en este cibermundo desde 2005. Eso sí, con una inconstancia irritante.  El proceso básicamente ha sido:  abro un espacio nuevo escribo con ilusión dos o tres días llega la vida y me aplasta a quehaceres pierdo tiempo de dedicación  se me acumulan los borradores, se van caducando y hasta huelen  adiós, mundo del blog  Y así, unas cuantas veces. La última vez fue hace dos años y pico. Y lo mejor, era el subtítulo de la criatura "Mi síndrome de los cuarenta... resulta que era un blog". Pero, vamos a ver, alma de cántaro, si los cuarenta no los tenías todavía. Si los cuarenta los cumples hoy. Dos años y pico después. Hoy. H-O-Y El último post, muy inspirado, hablaba sobre que me habían robado el mes de abril.  DE 2019.¿Véis la ironía? Luego llegó 2020, q...

Exhalación

 Tengo el honor de pertenecer a un club selecto muy singular. De una manera fortuita y a través de las ganas crecientes de leer un libro concreto, se fue fraguando un anticlub de lectura único en el mundo.  Nos cuesta decidirnos por qué leer, tenemos el honor de haber escogido lo peor de lo peor de las novedades literarias del momento y somos un caos absoluto para reunirnos a comentar lo leído.  Y dicho todo esto, es el mejor anticlub de lectura del mundo, porque acabamos celebrando las lecturas con cachopos y como nunca aprendemos seguimos comentando bazofia muertos de la risa.  Este 2021 nuestro primer cachopo ha sido este. Las opiniones del grupo han sido muy diferentes, pero para mi ha sido un rotundo acierto.  No sabía gran cosa de Ted Chiang , más allá de que había escrito algo en lo que se había basado la película La Llegada , que me había gustado mucho pero también me había dejado un sabor agridulce. El libro en cuestión, La historia de tu vida , está ...