Ir al contenido principal

Booktag de Mafalda

Me encanta José Miguel Tomasena. No sé si es su acento, su voz, su estilo minimalista para videobloguear, su conocimiento tan extenso sobre cualquier cosa con páginas o la manera que tuvo de enfocar su módulo en el MOOC en que lo conocí. La cuestión es que me encanta y si no lo sigo con más asiduidad es, como siempre, porque no me da la vida. 

Hace ya un par de semanas, colgó un booktag sobre Mafalda, que enlazo aquí debajo. 

Como bien dice al principio del vídeo, el original es una colaboración de La pecera de Raquel y El búho entre libros, y surgió a raíz del triste acontecimiento que tuvimos que vivir: perder a Quino. 

Mafalda está tan imbricada en mi vida que ni sabría explicar todo lo que es para mi. Mi padre la leía mientras estaba estudiando (fue un Unediano empedernido toda mi infancia) porque le ayudaba a despejarse y por aquella época me traía del videoclub cintas animadas para que la conociera. Y lo que sentí desde entonces por ella fue siempre amor del bueno. 

Saber de la muerte de Quino fue una noticia triste, aunque sea ley de vida. Me emocioné con varios homenajes y viñetas que surgieron esos días, como esa cosa tan hermosa de Liniers: 


Yo no sé dibujar, por más que me gustaría, así que al menos me uno a este tag. Aquí dejo yo, con retraso pero con cariño, mis respuestas: 

 Mafalda: Un libro protagonizado por una mujer feminista.

Madre mía, vaya estreno. Mujeres feministas... Se me ocurren tantos que no sé ni por dónde empezar. Estuve un buen rato dando vueltas a quién podría ser la más representativa... Hasta que me acordé de un relato en particular de Tanith Lee... y después me di cuenta de que tiene todo un libro antológico que engloba muchas historias maravillosas en ese sentido. Así pues... Mujeres: ángeles o demonios. Solo por la preciosa versión de Blancanieves que ha creado esta mujer (ojo, aquí no esta recogida) ya me tiene enamorada para siempre, pero la mujer feminista en la que estaba pensado en concreto es Jaisel, del relato Ajedrez en el norte.


Raquel: Un libro escrito por una mujer y protagonizado por una madre.

No, mamá no. Este ha sido fácil, llega casi solo. Una novela corta totalmente aprovechable, escrita con mucho acierto, de la que no te puedes olvidar fácilmente. No digo más: hay que leerlo. 



Susanita: Un libro sobre la maternidad.

Se me ocurre algo que es demasiado spoiler, y a partir de ahí me bloqueo... Lo cierto es que a pesar de ser un tema que me interesa mucho, hay pocos libros típicos sobre el tema que haya leído. Y en este tag es un tema redundante que te obliga a mencionar dos, con lo que lo pone más difícil. (Eso ya descontando que tampoco quiero utilizar una y otra vez en este blog los mismos libros, como por ejemplo, el hoy en día ya hasta cansino Cuento de la criada)

Así que me voy a tirar a lo seguro, yendo por los clásicos y digo Casa de muñecas, aunque solo sea por lo descolocada que me dejó cuando lo leí quizás demasiado joven y ajena a esa experiencia de hacer que tu cuerpo se abra en dos para dejar salir a otra persona. 



El mundo: Un libro que debería leer todo el mundo. 

Por deformación profesional me sale algún manual de los que utilizo tanto en el trabajo, que pueda romper unos cuantos mitos y deshacer estigmas... Pero me parece que esta no es la plaza adecuada para defender tal cosa. Y sacar la baza de un manual... No me va con el espíritu mafaldero

La segunda deformación más grande, la de chunga amante de lo negro, me lleva a querer recomendar Drácula para seguir rompiendo con la puñetera desviación Coppoliana, o alguna cosilla que otra bastante más cañera... Pero sé de sobra que hay cosas que no son para todos los paladares. 

Se me ocurre Cómo ser mujer, de Caitlin Moran. Ya que el tag empieza cañero con el feminismo, que siga la bola. Moran siempre es necesaria. 

Felipe: Un libro que te hizo empatizar con algún sector vulnerable de la sociedad.

El curioso incidente del perro a medianoche. Creo que precisamente yo entiendo un poquito de sectores vulnerables y de empatía. Este libro en concreto me gustó mucho en su día y creo que puede dar una visión bastante ajustada y a la vez atrayente de una persona con un trastorno del espectro autista. Es muy entretenido y asequible, a la vez que bastante educativo, si es que te interesa escuchar para aprender. 


Libertad: Un libro que te dejó pensando.

Nada. Ojito, no el clásico de Laforet, que a pesar de ser tan loado a mi me resultó un auténtico dolor que hubiera agradecido enormemente ahorrarme. No. Este librito minúsculo que parece totalmente inofensivo y te muerde hasta las entrañas y ya no te suelta nunca, este es el que tengo que poner aquí. 



Padre: Un libro con un gran padre literario.

Lo primero que hice fue pensar en La carretera, esa joya que me logró conmover de manera inesperada. Pero luego recordé a Atticus Finch, y me tuve que rendir: en este punto no puede ir otra cosa que Matar a un ruiseñor

No solo porque el personaje es un hombre maravilloso y un padrazo, no. Es que además, en mi cabeza, a pesar de que por la versión cinematográfica es imposible no pensar en Gregory Peck, lo cierto es que yo siempre me imaginé a Atticus con la cara de... ¡tachán! Quino. De verdad, que no lo digo por decir ,ni por adornar esto. Atticus para mi tenia la cara del Quino de hace unos cuantos años. Y a partir de ahora, por supuesto, es imposible que deje de ser así.


Miguelito: Un libro de fantasía

Por alejarme un poco de lo más conocido, me voy a los días del insti cuando mi amigo AC me dejó Espejimo de Louise Cooper. Me hechizó. Una historia bonita y autoconclusiva, escrita con gran estilo y que me llevó a seguir buscando y leyendo a la autora mucho tiempo después (aunque nunca con el mismo resultado). 


Guille: Un libro para adultos protagonizado por niños

Pues por mucho que me fastidie lo mainstream, estoy cayendo bastante en ello. Y en este caso me veo abocada a sacar la carta de El niño con el pijama de rayas. Cuando yo lo leí la cosa no estaba tan ida de madre, no había peli ni violaciones varias y me pilló desprevenida, con la guardia baja. Me conquistó, a mi pesar: me parecía un ejercicio muy inteligente y logró lo que pocos libros pueden, que se me cayera la lagrimilla. Así que se merece este lugar. 

Pero para reivindicar mi sitio como chunga del underground, subo mi apuesta con el relato Azúcar, especias y... que aparece en Drácula insólito

Manolito: Un libro que transcurre en una tienda. 

Lo primero que pensé fue en La dependienta, que leímos en el Club de Libros, Cadáveres y Cachopos el año pasado. Me había gustado mucho esa lectura que se hace de una sentada y que tiene mucho, mucho jugo. 

Después pensé también en Tea Rooms, pero, aparte de que ya la he mencionado por aquí, tiene el handicap de que una confitería, aunque es un lugar comercial, no es tanta "tienda" como un kombini. Así que Sayaka gana. 

Y con esto, mi particular adiós a Quino. Otro maestro que me deja un poco huérfana, como hizo no hace tanto Forges. Sin ellos el mundo es un poquito más gris. Suerte que tenemos su obra para siempre. 

Un beso al cielo, señores. 


Sonando: Christmas in NY City
Leyendo: El primer siglo después de Beatrice
Sentipensando: Diciembre me mata

Comentarios

Entradas populares de este blog

20 autoras por octubre 2020

 Al fin, este año me he puesto las pilas y hago un intento con el reto #LeoAutorasOct. No se puede decir que me esté dando el tema para mucho: octubre suele ser mes de mucho lío desde tiempos inmemoriales y por tanto de los que menos libros me da tiempo a leer (para mi desesperación casi siempre, porque veo que se me va acabando al año y tengo todos los retos pendiendo de un hilo)  Como tampoco voy a poder fardar de lecturas, he visto este booktag ( no me preguntéis cómo ni dónde, pero algún enlace me llevó a esta entrada de Generación Papel ) y he decidido que puede ser otro modo de reivindicación. A ver qué sale:  1. Escritora que más te gusta : Mira que hay, pero si vamos a alguien que me ha acompañado toda la vida y que me sigue fascinando, tiene que ser Carmen Martín Gaite . Una de las grandes penas que me llevo es no haber podido conocerla, pero también tengo la alegría de poder haber pasado tantos grandes ratos con su obra. Que nunca deje de recomendarse, por fav...

Agradecida... emocionada...

 ...Solamente puedo decir... una Bocachancla hay aquí. A ver... esto del blogging no es desconocido para mí. Llevo queriendo gritar en voz alta lo que pienso desde, diría yo, el parvulario; y publicándolo en este cibermundo desde 2005. Eso sí, con una inconstancia irritante.  El proceso básicamente ha sido:  abro un espacio nuevo escribo con ilusión dos o tres días llega la vida y me aplasta a quehaceres pierdo tiempo de dedicación  se me acumulan los borradores, se van caducando y hasta huelen  adiós, mundo del blog  Y así, unas cuantas veces. La última vez fue hace dos años y pico. Y lo mejor, era el subtítulo de la criatura "Mi síndrome de los cuarenta... resulta que era un blog". Pero, vamos a ver, alma de cántaro, si los cuarenta no los tenías todavía. Si los cuarenta los cumples hoy. Dos años y pico después. Hoy. H-O-Y El último post, muy inspirado, hablaba sobre que me habían robado el mes de abril.  DE 2019.¿Véis la ironía? Luego llegó 2020, q...

Exhalación

 Tengo el honor de pertenecer a un club selecto muy singular. De una manera fortuita y a través de las ganas crecientes de leer un libro concreto, se fue fraguando un anticlub de lectura único en el mundo.  Nos cuesta decidirnos por qué leer, tenemos el honor de haber escogido lo peor de lo peor de las novedades literarias del momento y somos un caos absoluto para reunirnos a comentar lo leído.  Y dicho todo esto, es el mejor anticlub de lectura del mundo, porque acabamos celebrando las lecturas con cachopos y como nunca aprendemos seguimos comentando bazofia muertos de la risa.  Este 2021 nuestro primer cachopo ha sido este. Las opiniones del grupo han sido muy diferentes, pero para mi ha sido un rotundo acierto.  No sabía gran cosa de Ted Chiang , más allá de que había escrito algo en lo que se había basado la película La Llegada , que me había gustado mucho pero también me había dejado un sabor agridulce. El libro en cuestión, La historia de tu vida , está ...